sábado, 31 de diciembre de 2011

Congreso Distrital Imágenes de vida



Escuela de Arte Leopoldo Marechal                         Título:Identidad  Autores: Juan Betancour    Nadia Espindola      Vanesa Galvan     Florencia Bustos   Pamela

Hemos finalizado el desrrollo del Proyecto "Imágenes de Vida". En el mismo la propuesta fue trabajar la imagen y la memoria en el aula, el tema abordado fue "Vivir combatiendo la injusticia" una de las consignas de las Madres de Plaza de Mayo.
El desarrollo lo fuimos publicando en este blog, por lo tanto me gustaría proponer un trabajo a modo de sítesis y luego ofrecer las imágenes del evento, que inició a las 10 hs. con talleres para alumnos de distintos niveles, coordinados por alumnos del ISFD Nro 105 (quienes también trabajaron en la organización del Congreso) y talleres para docentes donde se abordó la cuestión de la ética en el uso de la imagen y otro que donde se trabajó la construcción de la memoria.

Al llegar, las Madres fueron recibidas bajo un tendal de aplausos y rostros emocionados. Para dar comienzo a la actividad, Sonia Ibarra, una alumna del distrito, leyó un texto que ella misma había escrito tras ver las imágenes y trabajarlas en el aula: “Hay imágenes que pueden dar vida, que por felices o dolorosas nos dan fuerzas para defenderla y no dejarla ir nunca más. Hablo de esas imágenes que cada Madre convirtió en el material con el que forjaron las armaduras más resistentes y las armas más poderosas”, pudo escucharse en uno de los fragmentos de su relato

La Madres de Plaza de Mayo ingresan al salón donde las esperaban al rededor de 600 alumnos

Con la conducción de Verónica Soulé, las recibe la alumna Sonia Ibarra, del Instituto Superior de Formación Docente Nro 106 quien lee su producción.


Una imagen ¿puede dar vida o matar?
Sonia Ibarra

Hay imágenes que pueden dar vida, imágenes que por felices o por dolorosas nos dan fuerza de seguir con vida, para defenderla y aferrarnos a ella para no dejarla ir “nunca más”. Son esas imágenes que nos significan a la vida misma, las que nos pueden hacer resurgir de las cenizas y que tienen el poder de convertir al más profundo dolor en fe, en fuerza y esperanza para enfrentarse al mundo entero si fuera necesario. Y así fue. Y así sigue ocurriendo. Hablo de esas imágenes que cada Madre convirtió en el material con el que forjaron las armaduras más resistentes y las armas más poderosas, que llevaron como estandartes de la luchas más idolatrable y desigual de nuestra historia. Las imágenes de sus hijos. Secuestrados, torturados y asesinados. Por los que salieron a enfrentar con imágenes a la más cruel de las dictaduras de la historia de nuestro país. Así enfrentaron a Videla, a Astiz, a Camps, a todas las armas antidisturbios que utilizó contra ellas el ejército de ese momento.

Esas imágenes pueden ser vistas por muchas personas. Hubieron quienes posaron una mirada borrosa sobre ellas, que las miraron con miradas asesinas, que al mirarlas pensaron “algo habrán hecho” y ahí no es la imagen la que mata, sino la mirada.

Pero así como una mirada puede impedir, negar, estorbar, rechazar, hay miradas que pueden ser renovadoras, que pueden tener efectos políticos, sociales, culturales y por consiguiente, educativos. Miradas que posibilitan.

Y me vienen a la memoria tantas imágenes, porque como dijo Susan Sontag “recordar es, cada vez más, no tanto recordar una historia sino ser capaz de evocar una imagen”, imágenes de las tantas manifestaciones de las Madres en las que ni la artritis, ni el reuma y mucho menos el cansancio o mal tiempo fueron impedimentos para seguir reclamando por la vida de sus hijos. Esa imagen que tenían gravada en la memoria y que las hacían volver a vivir: las caritas de sus hijos llamándolas “Mamá”.

Entonces podemos decir que hay imágenes que nos inducen a mirarlas desde el corazón, a escucharlas, a sentirlas y que nos obligan a comprometernos.

Comprometerse y entregarse completamente poniendo el cuerpo y el alma, apostando a todo o nada a una lucha que sin dudas es pura vida.


Posteriomente la Escuela de Danzas dirigida por el profesor Fabián Albarracín presentan dos coreografías en homenaje a las Madres y la profesora Marita Varela presenta la canción "Tarumba" en lenguaje de señas


Posteriormente, el director del Instituto de Formación Docente Nº 105, Ernesto Marquevichi, oficializó la bienvenida: “No es fácil abrir este momento porque realmente todos estamos muy pero muy emocionados. Es un día histórico, queridas Madres, que ustedes estén con nosotros. Para nosotros es muy importante su presencia porque aquí se forman docentes, hay alumnos secundarios y primarios, docentes de todos los niveles. Al verlas pensamos que también podemos, pero ojo, estemos atentos, porque la libertad conseguida siempre está amenazada; aunque estén en las sombras, siempre está la oligarquía y los enemigos de los sectores populares”.
Por último, afirmó: “Con ustedes se nos hace patente lo de Paulo Freire: ‘soñemos imposibles porque de tanto soñarlos se nos hacen posible’”.

Tras él, la Secretaria de Cultura de la Municipalidad de La Matanza, Hilda Agostino, aseguró: “Me van a permitir una licencia: desearía que delante de las Madres se me permita hablar sin cargo alguno, porque delante de ellas no se puede ser nada. Delante de las Madres voy a hablar como una persona que tuvo edad para vivir la dictadura, y como docente que soy”.
“Un pueblo que olvida su pasado no tiene futuro. Los jóvenes tienen que aprender eso. Cuando alguien dice que hay que olvidar el pasado hay que preguntarse porqué quieren que olvidemos. Ustedes son herederos de las Madres”, agregó dirigiéndose a los alumnos.

La responsable de Cultura del Partido destacó el valor de la democracia, de la memoria, elogió que el gobierno nacional haga suyo las consignas de los organismos y, también, homenajeó a los 523 matanceros desaparecidos en la dictadura. Para finalizar, exclamó a los jóvenes: “Actúen, juéguensela”.
Por su parte, la inspectora María del Carmen aseveró: “Cuando Carlos Tolosa vino con la propuesta, por supuesto que había que abrir las escuelas y las aulas y ese espacio ganado en las escuelas tiene hoy este cierre. Hoy esto es un aula abierta, es un espacio de aprendizaje. Se trata de dar la palabra, de discutir, de poder generar en Ciudad Evita este encuentro de docentes y alumnos de distintos puntos de La Matanza. Esta es la mejor clase ideológica que nos estamos dando como cierre del año”.
“Esto es –agregó- lo que no se ve todos los días en la televisión. Pasan a los pobres porque los relacionan con la delincuencia pero no los relacionan con todo lo que se hace en los barrios para trabajar la identidad con la escuela y eso los educadores lo saben y lo sostienen todos los días”.
A su turno, el vicepresidente del Consejo Escolar, Silvio Maffeo, argumentó: “Hay que pensar que uno es militante todos los días. Cuando uno decide cómo enseñar la letra A o el número uno, está siendo militante, cuando decidimos si vamos, o no, a laburar, es militancia. Cuando estuvimos en Cuba un lustrador de botas, en La Habana, nos decía, ‘yo hago la revolución todos los días, cuando usted pasa como turista y le lustro bien los zapatos y lo atiendo bien’. Nosotros tenemos que hacer lo mismo”.
Tras sus palabras, Gabriel Apella y Carlos Martín, del Programa Pedagogía de la Memoria, perteneciente a la Dirección de Educación Superior del Ministerio de Educación de la Provincia de Buenos Aires, se refirieron a las prácticas pedagógicas y la necesidad de no trabajar de manera vertical en el aula sino generando nuevas experiencias, donde se ponga énfasis en la participación. “Es la disputa del país que queremos. Nosotros no abordamos la memoria y los derechos humanos de manera aislada sino pensándolos en un proyecto político de país”, aseguró Apella. En tanto, Martín ponderó el hecho pedagógico del encuentro: “Queríamos destacar esto, que tiene que ver con políticas públicas participativas”, esbozó.
A su turno, Carlos Tolosa, coordinador del proyecto “Imágenes de vida”, agradeció a todos los que trabajaron para hacerlo realidad, destacando la labor de Sebastián, el fotógrafo de las Madres; a los que abrieron las puertas de las escuelas y, fundamentalmente, al trabajo de las Madres. “En el agradecer están todos los alumnos y docentes, con quienes fuimos trabajando esta idea desde las aulas”
“La escuela debe ser una provocadora cultural permanente, proponer miradas, formas, estilos y pensamientos distintos para que el alumno tome lo que decida. No podemos someternos al régimen escópico de los medios de comunicación”, reflexionó. Por último, añadió: “Quisiera rescatar a los docentes que fueron víctimas de los obstáculos que les pusieron los directores, algunos de los cuales expresaron que se estaba politizando la escuela. Ésa era la idea porque la política de la escuela era sin contenido político. En todo esto conocí gente digna con quienes estamos convencidos que la educación implica un compromiso social importante. Y eso es lo que nos une”.
Luego de las palabras del Tolosa, el Congreso tuvo un intervalo que las Madres, los docentes y los alumnos aprovecharon para almorzar. Tras el receso, una de las coordinadoras de la actividad, Alejandra, sintetizó la devolución de los alumnos: “Lo más importante es la palabra de los chicos, que es la síntesis de sus pensamientos”.

Se realizó un paréntesis para recibir a Victor Heredia que vino a saludar a las Madres y a los alumnos, de quien dijo estar orgulloso de que participen en experiencias de este tipo que son las que sostienen el sistema democrático y cantó algunas de sus canciones.
La profesora Hilda Cinalli cierra el Congreso.